Así soy, la que inquieta tu alma, la que calienta tu cuerpo, la que posee tus sueños, y la que roba tu corazón.....

viernes, marzo 02, 2012

BDSM: Una introducción al BDSM, Parte I.

Triskel
Según se puede leer por ahi, "BDSM es la denominación elegida para designar un conjunto de prácticas y aficiones sexuales relacionadas entre sí y vinculadas a lo que se denomina sexualidad extrema convencional".


Si bien no es una definición muy alejada, como toda definición de actividades realizadas por personas, esta viciada de rigidez y pérdida de vigencia, yo le cambiaría lo de "prácticas y aficiones sexuales relacionadas entre sí ", no necesariamente van a ser todas relaciones donde aparezca el sexo como movilizador, tampoco se trata siempre de "aficiones" necesariamente,  otra cosa que modificaría es lo de  "sexualidad extrema convencional", mmm suena rarísimo eso, me gusta mucho más lo de "sexualidad alternativa inserta en una filosofía".
Es decir, mi "definición" , quedaría algo así como:


BDSM es una familia de prácticas, formas de expresión, ejercicio de la sexualidad, y modos de relacionamiento, insertas en una filosofía de convivencia, de exploración y de autoconocimiento,  con el objeto de lograr un estadío de placer profundo, dentro de un marco de seguridad,  sanidad y concenso mutuo.


BDSM es una sigla que da nombre a lo que hoy en día es considerado como una subcultura específica entre sus practicantes, el acrónimo está formado por las iniciales de algunas de 
dichas prácticas:


Bondage: B
Disciplina y Dominación: D
Sumisión y Sadismo: S
Masoquismo: M


Todas las actividades enmarcadas en el BDSM tienen un elemento común: los participantes construyen, de forma voluntaria y partiendo de una situación de consenso, y muchas de esas 
relaciones se practican con marcado traspaso de poderes, Erotic Power Exchange (EPE o Intercambio Erótico de Poder), en donde una parte ejerce el rol dominante o activo, y otra parte el sumiso o pasivo.


Un poco de Historia

El término BDSM apareció por primera vez en abril de 1991, en torno al foro de noticias por Internet denominado alt.sex, como la conjunción de dos abreviaturas: BD (bondage y dominación),  y SM (sadomasoquismo),  que en realidad se habían creado precisamente para distinguir del sadomasoquismo (que gozaba de mala fama, fundamentalmente por desconocimiento, y/o por el desprestigio que sufrió durante parte de la historia, por el solo hecho de no ajustarse a lo "normal").





Justamente es desde el momento en que se unifican en un solo nombre dichas prácticas, cuando la subcultura que las engloba empieza un desarrollo vertiginoso. 
Debido a que el  BDSM es una palabra que aglutina varias prácticas, la reseña histórica se remonta solo hasta su comienzo como tal, pero tengamos en cuenta que individualmente, muchas de estas prácticas son antiquísimas, y provienen de las más diversas culturas.
Como elemento globalizador, el BDSM tiene escasas décadas de vida y se inicia cuando diversas asociaciones de activistas homosexuales S/M de EE. UU. e Inglaterra tratan de crear un mismo espacio subcultural para actividades hasta ese momento bien distintas, como la Dominación, el Bondage,  el Fetichismo o el Sadomasoquismo.


Es la época de la Old Guard, mediados de la década de 1970, y su libro de cabecera es Leatherman's Handbook. 
Durante este periodo, el movimiento conserva su vinculación con el mundo homosexual masculino, sin abrirse a los espacios hetero o de homosexualidad femenina y rechazando la idea de admitir a activistas switch (es decir, quienes se confesaban cómodos en ambos roles) entre sus filas.
También rechazaban frontalmente la admisión de quienes quiera que considerasen las relaciones B/D y S/M como solo juego.



No es hasta principios de los 80 cuando el movimiento BDSM comienza a englobar también a la cultura heterosexual y lésbica, siendo promotores de ese sustancial cambio grupos como el 
colectivo lésbico Samois y otros.
A principios de los 90, empieza lo que hoy conocemos como el periodo de la New Guard (Guardia joven o nueva), que se caracteriza por la decidida apertura hacia el mundo heterosexual y de la homosexualidad femenina, la aceptación del fenómeno switch, la inclusión de elementos de sensibilidad interior (dominación psicológica, relaciones D/S sin inclusión de rasgos sadomasoquistas, etc.), la aceptación de quienes practicaban el sólo juego, y la participación activa de la mujer heterosexual en el mundo BDSM.
Robert Bienvenu, reputado conocedor de la temática y catedrático de sociología en la universidad de Indiana, Estados Unidos, expone una visión alternativa de la historia del BDSM, que él asienta sobre tres pilares: el fetichismo europeo de finales de los años 20, el estadounidense (desde 1934), y el Movimiento Leather a partir de los años 50.


Existen muchas prácticas fetichistas, entre ellas el fetichismo de los tacones, el de la ropa de cuero y los juegos de rol en los que cada parte asume uno de los papeles,
 tales como los de maestro/a-alumno/a, doctor(a)-paciente, niñero/a-bebé, juegos de entrenamiento de mascota, y otros.
Algunas de las prácticas que engloba el BDSM, como la humillación erótica, el dolor, la sumisión y otras, no podrían entenderse al margen de su implicación con una específica forma de placer mutuo, sin la cual las citadas prácticas se asociarían con sensaciones desagradables.



SSC - Sano / Seguro / Consensuado.

La comunidad internacional vinculada al BDSM viene poniendo especial énfasis en que las prácticas sean SSC, es decir, Safe, Sane and Consensual (seguro, sensato y consensuado), término acuñado en 1983 por David Stein. 


Su ideólogo lo definió del siguiente modo: Las relaciones BDSM deben seguir un modo seguro, sensato y consensuado respecto a sus prácticas.
Seguras, en cuanto al conocimiento necesario sobre su desarrollo y sobre el material usado, así como sobre la prevención de riesgos.
Sensatas, en cuanto a la capacidad razonable de decisión por parte de los actores, no alterada por drogas o bebidas y acorde con la experiencia de cada participante, sabiendo diferenciar fantasía y realidad.
Consensuadas, en cuanto a que los participantes estén de acuerdo sobre la forma e intensidad con la que se realicen, e igualmente que dicho acuerdo pueda rescindirse en cualquier momento.


Desde los años noventa surge un nuevo concepto, el Rack, que reúne en torno a su definición un elevado número de activistas. Rack es el acrónimo de Risk Aware Consensual Kink, que 
viene siendo traducido en la comunidad hispanoparlante como riesgo asumido y consensuado para prácticas de sexualidad alternativa (o no convencional): racsa. 
El racsa pone los acentos en la responsabilidad propia de los participantes en una actividad BDSM, responsabilidad informada y consensuada para evaluar y asumir los riesgos de dicha actividad. 
Más que una diferencia semántica o de concepto, los partidarios del racsa tratan de modernizar una definición (la del SSC) que se concibió fundamentalmente para trazar una línea divisoria con los malos tratos o la violencia de género, pero que sus mismos impulsores han tenido que reconocer, una y otra vez, que su propósito original estaba siendo defraudado y prostituido por el uso intolerante, extremista y poco inteligente por parte de algunos grupos marginales dentro de la comunidad BDSM.


La mayor parte de los activistas de la escena adoptan actualmente la postura de señalar la definición SSC como adecuada para comunicarse con el mundo de la sexualidad convencional o vainilla, mientras que sostienen que el término racsa define con mayor rigor y precisión las prácticas BDSM reales.


Palabra de seguridad

Dado que muchas de las situaciones durante una sesión contienen elementos de fantasía y/o rol, y que en algunos de ellos se escenificaba la "protesta" del participante sumiso, era necesario crear un sistema de comunicación que le permitiera a éste dejar claro el momento en que su protesta era real y equivalía al deseo de no continuar. 


Y era preciso que el Dominante pudiera percibir nítidamente este deseo y diferenciarlo de la escenificación del "¡no, no más!" que podía ser parte del juego sexual pactado. 
La solución fue la denominada Palabra de Seguridad. 
Puede ser una palabra de rápida dicción y sonora (“stop”, “tango”), una que sea significativa para quien la debe recordar (por ejemplo, el nombre de una persona familiar, etc.).
La palabra-código (también así llamada) es usada por la parte sumisa para indicar de forma rápida que el grado, las circunstancias o la actividad que se está desarrollando no es de su gusto y que desea parar. 


La ética del BDSM prefija que en todo momento la parte dominante respetará dicha manifestación e interrumpirá la actividad.
La primera mención constatable del concepto se registra a finales de 1992 y se refiere a unas precisiones fonéticas aparecidas en el círculo de activistas alemanes S/M-Szene:
La palabra de seguridad no debe contener sonidos fonéticamente tenues, para evitar su mala audición con música ambiental. Tampoco debe contener la vocal "i", ya que esta es difícil de entender si la voz está tomada.
La palabra de seguridad es el medio a utilizar en casos de verdadera urgencia, cuando surge la necesidad de ir al baño, se recuerda que se ha dejado el grifo de la bañera abierto, la otra parte está deslizando una pluma de ganso por las plantas de los pies de la persona sumisa, sin saber que ésta tiene insoportables cosquillas en esa zona, o cuando se quiere interrumpir la sesión por otras razones.


Su uso es generalmente indiscutido, especialmente en los comienzos de una relación, pero contiene también algún riesgo, como deja claro Datenschlag: Abandonarse demasiado a la palabra-código puede a veces perjudicar la seguridad. En el caso de juegos emocionalmente profundos, puede encontrarse la parte sometida demasiado abstraída e inmersa en sus emociones como para usarla.


Roles

En algunas de la prácticas dentro del BDSM, se identifican dos roles: dominante (también usado el término top, o activo ) y sumiso (también bottom o pasivo). 
El dominante es el que ejerce la iniciativa y el control de la acción, mientras que la parte sumisa obtiene placer al entregarse en manos del dominante, para que sea éste quien le dirija.
Además, algunas personas gustan de ejercer ambos roles, dependiendo del momento o de la persona con la que actúe. 


En ese caso se habla de un activista switch, término inglés con el que se designa aquello capaz de conmutar o invertir una acción o un fenómeno.
Existen categorías también dentro de los distintos roles:
Tutor: es aquella persona experimentada ya en el BDSM que inicia a otra. Puede ejercerse en cualquier rol, es decir, una persona sumisa puede ser la tutora de un Dominante. 
Sin embargo, lo más habitual es que un Dominante ejerza como Tutor de otro Dominante o de un sumiso.
Maestro: Se considera Maestro a aquel Dominante que ejerce su rol de manera impecable a ojos del sumiso, que es quien le da este título si así lo considera.
Amo: Dominante poseedor de uno o varios sumisos.
Esclavo: sumiso que entrega los límites a su Amo/a.


Consenso

Consensuar - Consensualmente: Se refiere a la voluntariedad y mutuo acuerdo en relaciones BDSM.
El consenso que se establece en todas las relaciones BDSM es precisamente lo que le dota de un contenido específico, distanciándolo de cualquier situación de violencia no-pactada, como 
los malos tratos, la violencia de género, etc. 
Al igual que el consenso sexual, permite distinguir con claridad cuando dos personas están haciendo el amor y cuando, al faltar este, se produce una violación, de igual manera comparar una sesión BDSM (pese a la apariencia de violencia verbal o física) con una situación de malos tratos, sería como pretender comparar la noche de amor de una pareja con la infamia de una violación.


Esta forma de consenso puede revestir múltiples formas. Por ejemplo, mediante la escenificación de una negociación previa a la sesión, en la que se establece el cómo, el cuándo y el grado de las actividades a realizar, la palabra de seguridad a emplear, etc. 
Pero también puede adoptar la forma de acuerdo menos elaborado, cuando existe amplia confianza por ambas partes. 
En todo caso, su existencia es siempre básica para que la actividad a desarrollar esté encuadrada en lo que se denomina BDSM. 
Asimismo existen fórmulas de consenso global, especialmente en parejas que se conocen o se relacionan habitualmente. 
En estos casos, no siempre se da una negociación previa antes de cada sesión, sino que a menudo se establecen pactos más abiertos y a más largo plazo.


Metaconsenso

El metaconsenso es una forma evolucionada de consenso, propia de algunas relaciones BDSM muy avanzadas en el mutuo conocimiento y donde se producen situaciones de profunda confianza entre la parte sumisa y su dominante, además de suponer una amplia experiencia por parte de esta última.
En dichas relaciones, la parte sumisa manifiesta explícitamente que no desea asumir la responsabilidad de interrumpir la sesión en el caso de sentir que ésta supera sus límites o su 
capacidad, sino que desea que sea la parte dominante quien tome esa responsabilidad y decida en todo momento al respecto. 


Esto implica, por ejemplo, que la parte sumisa asume de forma responsable, consensuada y sensata su deseo de que, en caso de rogar dar por finalizada una actividad concreta (o la sesión en su conjunto), sea la dominante quien decida aceptar o no esa petición. 
A raíz de popularizarse en la comunidad el concepto SSC, el metaconsenso pasó a estar más en desuso y no volvió a vivir un relativo relanzamiento hasta la década de los 90, aunque su 
práctica continúa siendo minoritaria en la comunidad BDSM. 
Ofrece la "ventaja", para la parte sumisa, de no tener que preocuparse por el desarrollo de la sesión, ya que será la misma dominante la que la interrumpa, si cree que está siendo demasiada intensa, sin necesidad de esperar que aquella lo manifieste. 
Esto es especialmente importante en los casos en donde la parte sumisa se encuentra en un estado cercano al éxtasis, el llamado sub-space, que puede sobrevenir durante una sesión.

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